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¿qué es el

Diciembre 13, 2020   No Comments

Siete grandes verdades

en Juan 3.16

Revista Creced

¿Quién podrá jamás escrutar la amplitud de las riquezas contenidas en el maravilloso versículo que es Juan 3.16? Es un resumen de toda la Palabra de Dios, de toda la revelación divina, en cuanto a la salvación.

Siete verdades en él se expresan en sendas palabras que se encuentran varias veces en el Evangelio según Juan como notas predominantes.

  • De tal manera amó Dios
  • al mundo,
  • que ha dado
  • a su Hijo unigénito,
  • para que todo aquel
  • que en Él cree, no se pierda,
  • mas tenga vida

La primera es amar. ¡Oh, el amor de Dios! ¿Hay algo más precioso? Dios ama; ello corresponde a su misma naturaleza, ya que Él es amor. Ustedes que tiemblan al pensar en Dios, consideren esas palabra y medítenla en sus corazones. Nuestro pecado nos hace tener miedo de Dios y nuestra mala conciencia no nos deja conocerlo tal como Él es. El enemigo de nuestras almas nos engaña, como siempre, e impide que nos regocijemos en el amor de Dios. No obstante, Dios nos ama, por pecadores que seamos.

El versículo que nos ocupa no sólo dice que Él amó, sino que amó tanto como para hacer lo que hizo. ¿Quién conocerá el corazón de Dios, y quién sondeará sus profundidades? “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer”, Juan 1.18.

Este dulce nombre de Padre nos muestra su amplitud. Los cielos proclaman la grandeza de Dios; Abraham conoció el poder del Dios fuerte y todopoderoso; Moisés pudo experimentar la fidelidad de Aquel que por cierto quería revelarse bajo el nombre de Yo soy, o Jehová. Es ésta una fidelidad muy grande, porque cuatrocientos años después de haber hecho la promesa, Él no la había olvidado y venía a ejecutarla mediante la liberación de su pueblo. Pero el nombre de Padre, revelado por el Señor Jesús, es el único que puede hacernos conocer todo lo que es ese Dios de amor. Nos hará falta la eternidad para sondear este amor infinito.

Pasamos a la segunda palabra de nuestro versículo, cuyo alcance es muy extenso, puesto que ella es mundo. ¡Qué corazón el de Dios! Abarca al mundo entero. Aquí no se trata de un pueblo particular, como antaño lo fue el pueblo judío, ni de una clase especial de personas, de gente buena, amable, arrepentida, de personas que toman buenas resoluciones; no, el mundo entero ha sido objeto de todo el amor de Dios, ¡sin exceptuar a nadie! Es usted, soy yo. Las excepciones no provienen de Dios, sino que son el resultado de la incredulidad de nuestros corazones. Quienesquiera que seamos, reflexionemos acerca de esta palabra “mundo”.

Ninguno de nosotros podrá decir que Dios nos engaña, puesto que la siguiente expresión es que Él ha dado.

Habitualmente, cuando amamos a una persona nos agrada darle una prueba de nuestro amor, y nos sentimos felices al hacerlo. Dios, quien nos ama, también nos ha dado. Pero esa expresión, ¡cómo derriba todos los pensamientos del hombre acerca de Dios! Cree que hace falta ofrecerle algo a Él, sea una religión, obras, méritos, arrepentimiento o cosas semejantes.

Todo esto demuestra que Dios es un desconocido para todo aquel que no cree en su amor. Dios no pide, sino da. Entonces, ¿qué podríamos darle? “Si conocieras el don de Dios”, le dijo el Señor a la mujer samaritana en Juan 4.10. Un don real siempre es un don precioso; pero un don de Dios, ¡cuán maravilloso debe ser!

En efecto, no puede ser mayor, puesto que es el don de su Hijo unigénito. He aquí la cuarta expresión sobre la cual debemos fijar nuestra atención. Un hombre sacrificaría todo antes de sacrificar a su hijo, sobre todo si es su único hijo. Sin embargo, Dios ha dado a su único Hijo para salvar a malvados.

¿Qué acogida recibió al venir al mundo? Miren la cruz y ahí lo verán. A causa de todo eso, ¿cambió el amor de Dios? “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”, Marcos 16.15. Este evangelio, que concierne a su Hijo, lo manda anunciar a todos los hombres con el fin de que todos puedan encontrar sus delicias en Aquel que regocija su corazón desde la eternidad.

En la Biblia encontramos cuatro veces la palabra “unigénito” en relación con la persona del Señor Jesús. En la privilegiada época actual, Dios nos muestra un tesoro precioso, porque desea abrirnos todo su corazón. Hallamos esa expresión en los escritos del apóstol Juan, quien se había reclinado sobre el pecho del Señor Jesús, donde había aprendido a conocer el corazón de Dios.

  • Por primera vez, Juan 1.14 nos dice, “Vimos su gloria, gloria como del unigénito Hijo, lleno de gracia y de verdad”. ¡Qué gloria la de ese Hijo único, gloria que brilló en su humillación y en el despojo de sí mismo!
  • Después, en el versículo 18, “A Dios nadie le vio jamás; él unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer”. ¡Un Hijo único en el seno del Padre! ¡Cómo debía conocer su corazón! Él nos reveló ese corazón en su vida y en su muerte.
  • La tercera mención está en Juan 3.16 que es el tema que nos ocupa.
  • Finalmente, está escrito en 1 Juan 4.9, “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él”. ¡Lo que debía ser para el Padre enviar a su único Hijo a un mundo malvado! Dios no podía darnos mayor prueba de su amor que sacrificándolo por nosotros. ¿Cómo podríamos dudar de ese amor? Al dar a su Hijo por nosotros, nos reveló la plenitud de su amor.

Esto nos lleva a la quinta expresión o verdad de nuestro versículo: “para que todo aquel”. Nadie está exceptuado, ni siquiera un malhechor en la cruz, una María Magdalena que tenía siete demonios, o un Saulo de Tarso en el camino a Damasco. Todo aquel: usted, yo, con la única condición de no hacer a Dios mentiroso.

Es lo que se nos enseña con la sexta palabra: creer. “Todo aquel que en Él cree;” he aquí la única condición para poseer el objeto que Dios da; es lo único que Dios le pide al hombre. No es que haga obras, que llore sobre sus pecados, que mejore su conducta, sino —notémoslo bien— que crea. Dios da, el culpable cree y, creyendo, recibe el inefable don de Dios.

Y, poseyéndolo, tiene la vida eterna. Es la séptima gran verdad contenida en el versículo.

¿Cómo definir la vida eterna? ¿Lo finito podría explicar lo infinito y hablar de lo que sólo será conocido en su plenitud durante la eternidad? Ella no se puede acabar ni perder. Quien la posee goza de una felicidad conocida solamente por los que lo han probado.

Esta vida es Cristo mismo, puesto que Él es el Dios verdadero y la vida eterna, es el infinito de Dios mismo. Nos fue manifestada con toda belleza en el Hijo cuando estuvo aquí abajo. Es comunicada a todos los que creen, pues “el que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”, Juan 3.36.

De tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en Él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.

Diciembre 6, 2020   Los comentarios están deshabilitados en Siete grandes verdades

La arqueología

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Diciembre 6, 2020   No Comments

El Arca

Farid Abou-Rahame

¿El arca de Noé es una historia para niños? ¿Ha podido tener lugar un diluvio universal para cubrir toda la tierra? ¿Un arca puede acomodar a dos de cada tipo de animal? ¿Usted se ha hecho preguntas como estas y encontrado que la respuesta fácil sería catalogar todo el asunto como un mito porque realmente no tiene importancia?

Un estudio reciente en la ingeniería hidráulica simuló tempestades marítimas con usar una computadora para crear olas de diversas intensidades en un tanque masivo. Se hicieron modelos de diez naves famosas, incluyendo uno del arca de Noé basado en las dimensiones registradas hace más de 3000 años en Génesis, el primer libro de la Biblia. Estas fueron 300 codos por 50 codos por 30 codos. Un codo era una unidad de medición antigua igual a aproximadamente 45 centímetros.

A medida que aumentaba el simulacro computerizado de las olas, los modelos de las naves famosas se hundieron uno tras otro. Cuando las olas alcanzaron su máxima intensidad no había ninguna nave a flote, ¡salvo el arca de Noé!

¿Quién diseñó una nave que no se puede hundir, miles de años atrás, superior a los diseños modernos? La respuesta a esta pregunta confirma que la Biblia debe ser tomada literalmente por ser la perfecta Palabra de Dios. Dios diseñó el arca, y fue el mejor diseño que ha habido,

Para apreciar el tamaño de aquella nave, piense en un campo de fútbol. El arca era 1,5 veces eso y era de la altura de un edificio de tres plantas porque Dios le mandó a construirla en tres niveles. ¡Cálculos matemáticos han demostrado que había espacio para 125 000 animales del tamaño de una oveja! Por cuanto hay solamente 18 000 especies de animales terrestres, incluyendo los insectos y las aves, todos los animales cabrían en una de las tres plantas del arca, dejando el segundo piso para los alimentos y el almacenamiento y el tercer piso para Noé y su familia, ¡con amplio espacio para jugar fútbol y otros pasatiempos favoritos!

Hay evidencia del diluvio en la forma de cementerios de fósiles en la redondez de la tierra. Contienen toda suerte de animales sepultados juntos, indicio de una muerte súbita y un entierro rápido. Más evidencia del diluvio se puede encontrar cerca de las cimas de muchas montañas donde hay abundancia de fósiles de vida marina.

¿Y qué de los dinosaurios? Se nos dicen que desaparecieron setenta millones de años antes de llegar el hombre. Bien, es una adivinanza, no hay evidencia científica para decir eso. El hecho es que hay evidencia de que el hombre y el dinosaurio vivieron juntos exactamente como la Biblia enseña. La cuenca del río Paluxy en Texas tiene huellas de hombre y dinosaurio caminando juntos, evidencia que ha sido rechazada por muchos porque resta de la teoría de la evolución. En cuevas antiguas hay dibujos de dinosaurios que datan desde mucho antes del comienzo de las excavaciones, haciendo ver que la gente ha debido haber visto a esas criaturas enormes como para poder dibujarlas.

Recientemente se han descubierto huesos de dinosaurios que no están de un todo fosilizados. Esta evidencia es muy desfavorable para científicos evolucionistas y según el portal internet de la BBC otros investigadores han intentado restar importancia de los hallazgos con cuestionar la evidencia. Pero científicos han encontrado vasos sanguinarios intactos junto con células esenciales para la formación de huesos. Lograron exprimir de estos vasos células que son muy parecidas a células rojas de sangre con su estructura interna visible.

Esto deja ver una vez más que los setenta millones de años no se basan en evidencia científica. Los dinosaurios fueron creados con el hombre en el sexto día, varios miles de años atrás, y murieron en el diluvio en los tiempos de Noé., salvo dos de ellos que Dios envió al arca, la cual era de una tamaño suficiente como para acomodarlos como hemos comentado ya.

Cambiados ya el clima y el ambiente después del diluvio y la vida reducida (como la Biblia explica), los dinosaurios no crecían a ser tan enormes como antes del diluvio. Los lagartos en la isla de Komodo representan el tamaño de los dinosaurios de estos tiempos

Una pregunta popular es: “Si los dinosaurios vivían con el hombre, ¿por qué no se mencionan en la Biblia?” La respuesta es que sí están., llamados “behemot” en Job 40. Al leer la descripción de este animal, uno concluye que el nombre correcto para el dinosaurio es behemot…

Mientras más estudiemos la ciencia, más descubrimos cuán acertada y perfecta es la Biblia en toda materia que toca. Ante esta realidad, somos responsables por leerla y responder al mensaje que Dios nos da en la Biblia.

La respuesta de creyentes debe ser la de aceptar la autoridad de la Biblia y vivir con arreglo a sus enseñanzas. Tengamos por seguro que Dios quiere decir exactamente lo que dice y que las instrucciones en el Nuevo Testamento para una vida santa de día a día fueron escritas para todo pueblo en toda generación. Tomemos en serio nuestra fe cristiana y vivamos vidas santas para permitir que Dios nos bendiga y usarnos para rescatar almas preciosas de la boca del diablo antes de que sea demasiado tarde.

Hemos visto la exactitud de la Biblia. Dios juzgará este mundo así como ha prometido y están a salvo solamente aquellos que han entrado en el Arca. Pero esta vez el Arca es ningún otro que el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios. No pierda la oportunidad esta vez. No deje que la ciencia falsa sea su pasaporte a una eternidad temerosa; asegúrese de estar seguro en Cristo

Diciembre 6, 2020   No Comments

Dios es fiel (1)

Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud ; Dios de verdad.Deuteronomio 32 : 4El Señor es bueno ; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.Salmo 100 : 5

Comprendemos lo que significa la fidelidad en las relaciones humanas, sea en el matrimonio o en la amistad. Ser fiel es ser digno de confianza, firme y estable en una relación. Pero cuando la Biblia dice que Dios es fiel, ¿qué significa esto ? ¿Qué prometió él ?

Primero, Jesús prometió : “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6 : 37). Siempre podemos acercarnos al Señor y orarle. En su gracia él nos recibe y nos concede su presencia, sea cual sea nuestro estado y nuestros temores…

Él es fiel a su promesa, y es “imposible que Dios mienta” (Hebreos 6 : 18).

Dios es fiel en el cuidado hacia sus hijos : “Fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal” (2 Tesalonicenses 3 : 3). Los purifica y los forma para que lo honren en la tierra, los prepara para el cielo. Él prometió : “He aquí te he purificado… Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre” (Isaías 48 : 10-11).

Dios también es fiel en su esencia. En su relación con nosotros actúa conforme a su santidad, su justicia y su amor. “Él no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2 : 13). En nosotros hay faltas, incluso incredulidad, dudas, pero Dios sigue siendo fiel. Él nunca abandonará a sus redimidos, y nadie podrá arrebatarlos de su mano. “Él dijo, ¿y no hará ? Habló, ¿y no lo ejecutará ?” (Números 23 : 19).(mañana continuará)

Josué 21 – Santiago 1 – Salmo 136 : 10-22 – Proverbios 29 : 1-2© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch

Diciembre 6, 2020   No Comments