La Fe

En la casa del niño Guillermo había un sótano.

Un día el padre estaba buscando algo en el sótano cuando Guillermo desde la puerta de arriba le llamó:

—Papacito, ¿puedo bajar?

—Sí, Guillermito, puedes bajar. Estoy precisamente debajo de ti y puedes saltar a mis brazos.

—Pero, papcito, el sótano está tan oscuro que no puedo ni verte.

—No te preocupes, hijo, puesto que yo te veo perfectamente bien; ahora, ¡brinca!

Guillermo creyó a su padre y saltó hacia sus brazos cayendo sin sufrir daño. Tuvo fe en la palabra de su padre y no sufrió ningún mal.

Así ocurre con los pecadores arrepentidos que tienen fe en el Señor Jesucristo, el Salvador, se arrojan a sus fuertes brazos y quedan salvados para siempre.

“El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos” (Dueteronomio 33:27 La Biblia).
http://www.mensajesdelamordedios.org/tracts/Tract907.pdf

0 comments

There are no comments yet...

Kick things off by filling out the form below.

Leave a Comment