• Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero (Salmos 119:105)
  • Estén siempre alegres. (1 Tesalonicenses 5:16)
  • Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
  • Oren sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17)
  • El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR. (Salmos 111:10)
  • Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. (Salmos 56:3)
  • Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno. (1 Tesalonicenses 5:21)
  • El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. (1 Juan 4:8)
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La emoción de los evangélicos

 Que perderá a muchos

Es triste y lamentable tener que decirlo pero la emoción y gritería de miles de iglesias evangélicas será un factor determinante que hará que cientos de almas se pierdan eternamente. Millones de hermanos evangélicos y pentecostales viven un evangelio basado en la emoción y la gritería mas no en la conversión ni en el convencimiento de la verdad de la Palabra de Dios.

Mucho grito y poca verdad

Los cultos evangélicos están más basados en la gritería de palabras como ¡Aleluya!¡Gloria a Dios!¡¿Quién vive?!¿Y a su nombre? ¡Un aplauso para Cristo! Etc.

Cualquier persona y aun los evangélicos mismos pueden pensar que en medio de toda esa algarabía y manifestación de emocionalismo se mueve el Espíritu Santo y que allí se encuentra la presencia de Dios. Pero todo forma parte de la psicología emocionalista empleada por los pastores para lograr adeptos.

Miles de almas son engañadas porque en medio de toda esa gritería y esas exclamaciones de supuesto jubilo la persona solo experimenta un emocionalismo pasajero que luego se pasa y dicha alma sigue igual de vacía espiritualmente.. Ese emocionalismo y falso jubilo espiritual hará que muchas personas se pierdan porque la persona creyendo que esa alegría viene de Dios se va para su casa creyendo cualquier error o falsa doctrina enseñada por el pastor.

Si los hermanos evangélicos y pentecostales dejaran de lado el emocionalismo y se dedicaran a investigar más por si mismos y a estudiar las Escrituras como lo enseñó Jesús “Escudriñad” (Juan 5:39) se darían cuenta que muchas cosas enseñadas por los pastores y predicadores son falsas y antibíblicas y que muchas de sus doctrinas se basan en textos fuera de contexto y que algunas cosas no coinciden con lo que dice la Biblia en su contexto e idiomas originales.

Emoción sin compromiso

Otro aspecto al que conlleva el emocionalismo evangélico y por ende causará la perdición de muchos es la falta de compromiso espiritual. La mayoría de los pastores evangélicos venden un evangelio superficial y basado en la prosperidad. Muchos solo enseñan a dar y dar sus ofrendas, supuestamente invirtiendo en la obra de Dios, pero no hay un llamado a comprometerse con Dios mediante la entrega total y la obediencia.

Otros pastores solo venden un evangelio basado en las promesas y supuestamente en el amor de Dios, pero no predican un compromiso con Dios. Predican sermones emocionalistas basados en las promesas divinas, pero no hay un llamado a la consagración, a la entrega total, a la obediencia ni al abandono del pecado. Solo les interesa que la persona se sienta bien y que su iglesia crezca tanto en miembros como en economía.

Lamentablemente ese emocionalismo sin compromiso con Dios hará que miles de hermanos evangélicos se pierdan. No basta con solo decir “yo creo en Dios” por que los demonios también creen y hasta tiemblan (Santiago 2:19), la salvación va mucho más allá de un simple creer, implica nuestra conversión.

¿Emoción o conversión?

La Biblia dice “Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hecho 3:19). El cristiano no debe estar basado en la emoción ni en el momento de jolgorio de un rato de culto. sino en la conversión.

La Biblia llama a estar siempre gozosos (1 Tesalonicenses 5:16), pero una cosa es el gozo espiritual, al tener a Jesús en el corazón, mientras que otro es el emocionalismo pasajero que al rato se pasa y el corazón vuelve al mismo estado anterior.

“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” [Juan 3:3]. Estas fueron las palabras expresadas por Jesús a Nicodemo. Y estas mismas palabras llegan a nuestras vidas para que vivamos un cristianismo basado en la conversión.

Lamentablemente muchos hermanos evangélicos viven un evangelio pasajero y de momento basados en la emoción y la gritería y no en la conversión enseñada por la Biblia. Pero es mas lamentablemente este tipo de emoción pasajera será la causa de perdición de muchos.

“Aquí si hay poder”

El emocionalismo y la gritería vivida en muchos cultos evangélicos hace pensar a algunos de ellos que allí si hay poder y que el Espíritu Santo se mueve entre ellos, pero ignoran que lo que están viviendo es un momento pasajero basado en la emoción psicológica causada por la música y la gritería.

Saltar y gritar cientos de exclamaciones de” aleluyas y gloria a Dios” no es lo que determina que dicho culto cuente con el poder y la presencia de Dios. Recordemos 1 reyes 18:26-38 en el que la presencia de Dios no estaba con la gritería y saltos de los profetas de Baal, sino con Elías y su sencilla adoración.

Lamentablemente muchos hermanos evangélicos se engañan creyendo que en medio de la gritería y el escándalo de sus cultos se encuentra la presencia de Dios y que allí si manifiesta su poder. Pero de nada sirve un culto lleno y gritar lo más alto que se pueda porque Dios no está de acuerdo con el desorden (1Cor 14:40) y porque Dios no nos llama a vivir un evangelio basado en la emoción, sino en la conversión.

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