• Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero (Salmos 119:105)
  • Estén siempre alegres. (1 Tesalonicenses 5:16)
  • Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
  • Oren sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17)
  • El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR. (Salmos 111:10)
  • Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. (Salmos 56:3)
  • Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno. (1 Tesalonicenses 5:21)
  • El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. (1 Juan 4:8)
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sigue … (los Niños)

Jehová sin embargo cuidó de que los niños fuesen también liberados de Egipto, porque las fiestas solemnes no estaban completas sin ellos. Mas tarde, cuando fueron todos rescatados y el conjunto de la familia se alimentó con el Cordero pascual, Jehová mandó que los hijos fueran enseñados de la gran misericordia que El había manifestado con respecto de la nación. (Éxodo 12 :26 ;13 :14). En Deuteronomio hay una gran preocupación del Señor para los jóvenes que en cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Este hecho es muy significativo si nosotros recordamos que la expresión «en el país» es la clave de este libro que hace resaltar, en figura, mas que cualquier otro, el llamado celestial del cristiano y nuestra posición actual en Cristo en los lugares celestiales, así como los cuidados particulares del Señor.

Es bastante notable lo que encontramos en la Palabra para nuestros hijos.

En este mismo libro se nos habla de la liberación de los hijos fuera de Egipto y de los propósitos de Dios, para colocarlos en posesión del país. (De hecho, cuando ellos entraron en el tiempo deseado de Dios, era, «una gran nación» de jóvenes todos bajo los cuarenta años, salvo dos hombres, Caleb y Josué). Si todo el pueblo hubiera marchado siguiendo los mandamientos de Jehová, habrían entrado con sus hijos y sus nietos. Los padres según el mandamiento de Dios, debían hacer penetrar las palabras de su Dios en sus corazones y, que estas estuviesen en sus casas o en el camino, debían enseñarles a su hijos y, en vista de ello, escribirla en los postes de sus casas y sobre sus puertas (11 :20). Por otro lado, los hijos tenían que considerar los juicios de Jehová sobre los adultos y tomarlo como enseñanza. Los últimos mandamientos de Moisés a todo el pueblo, antes de su muerte, se encuentra en el Deuteronomio y se relacionan con los hijos. (Leer en este libro: Deut. 1:39; 4:9-40; 5:29; 11:18-21; 29: 22-29; 32: 46; ver también 2ª Corintios 30 :9, Oseas 4 :6 ; Lucas 19 : 44). En los grandes ayunos en los días de Esdras, los hijos sacaban provecho del «verdadero camino» con «todos los que buscaban a Dios» (Esdras 8 : 21-22 .)

Nosotros que tenemos más edad, tenemos estos ejemplos que nos muestran como los niños pueden ser influenciados por el bien o por el mal según nuestra manera de conducirnos. (continua …)