En el evangelio de Marcos está el registro de la elección que Jesús hizo de doce hombres para ser Sus discípulos. La Biblia dice: “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar” (Marcos 3:14). Observe que Jesús los escogió para que primero estuviesen con Él, y después los envió a predicar. Estar con Él significa comunión; ser enviados a predicar, servicio. En esto vemos que la comunión con Dios es más importante que el servicio, pues Dios desea comunión antes del servicio. Usted puede estar sorprendido con esto, pero es el orden establecido por Dios. La comunión con Dios es realmente más importante que el servicio para Dios.
El cristiano que se encuentra incapacitado por la acción de la artritis, hasta el punto de ser atacado por un intenso dolor al más leve movimiento, está, obviamente, muy limitado en lo que puede hacer para el Señor. Pero ¿Qué pasa con la comunión? Una persona así no solamente disfruta de la comunión con Dios, sino que puede tener una comunión mucho más rica ahora que tiene más tiempo disponible.
Así se expresó una señora que vive en un asilo: “Hace años yo estaba tan ocupada cuidando de mi familia, difícilmente tenía tiempo para sentarme a leer mi Biblia, como en realidad debería haber hecho. Oh, sí, yo la leía con cierta frecuencia junto a toda la familia. Nosotros la estudiábamos juntos, meditábamos un poco de ella, pero en realidad yo no separaba un tiempo para tener comunión con Dios mientras leíamos su Palabra-fallábamos por no meditar verdaderamente en ella. Pero ahora estoy jubilada y tengo todo el tiempo a mi disposición. Empiezo a disfrutar de la meditación de la Palabra de Dios, y ahora tengo una comunión maravillosa con Él.”
Aquella señora ahora está llevando al Señor un placer mucho mayor que antes, cuando el tiempo que disponía para Dios era tan limitado.
¿Por qué Dios tiene este interés tan especial en las personas mayores? Dios quiere tener comunión con los cristianos, sin embargo muchos no separan un tiempo para meditar y tener comunión con Él, pero las personas de mayor edad que tienen tiempo disponible, pueden disfrutar de una deliciosa comunión con el Señor. Dios se agrada de esa comunión con personas de mayor edad que conocen al Salvador, y este es uno de los frutos espirituales que Dios ha buscado y espera recibir.