Tiene Solución en Cristo
«De cierto, de cierto os digo: El que oye Mi Palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida» – Juan 5:24
El tema de la muerte no agrada a nadie, por el impacto y las consecuencias graves y tristes que siempre acarrean tanto a quienes las experimentan como a sus seres queridos. La Muerte ha acompañado al ser humano desde su caída en el huerto de Edén a causa del pecado, lo que le dejó separado espiritualmente de Dios.
Dios puede instruirnos en este asunto de tanta importancia, sin temor de tanta importancia, sin temor a equivocarnos y es en la Biblia donde podemos encontrar la mayor instrucción y luz acerca de esta etapa de la vida a la que todos nos enfrentaremos algún día.
La muerte según Dios abarca 3 aspectos:
a) La Muerte Física : es la separación entre la parte material e inmaterial del ser humano.
b) La Muerte espiritual : es estar separado de Dios de Cristo mientras vivimos físicamente; y esto a causa del pecado.
c) La Muerte Eterna o Muerte Segunda: es la separación eterna de la presencia de Dios, tanto física como espiritualmente.
Se hace evidente que la palabra *muerte* significa: *separación*, en cualquiera de los tres aspectos ya mencionados, también conviene aclarar que, en el concepto bíblico, muerte no significa: *dejar de existir, ni aniquilación*
El primer aspecto de la muerte, es decir, el punto
a) La Muerte Física, es el que más nos afecta y es el que más conocemos, porque todos, de una u otra forma hemos estado en contacto con ella. La partida de un ser querido, de un pariente, un amigo, vecino, un personaje famoso. etc
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